Los mantras son sonidos con un poder vibracional que nos lleva a estados de conciencia más elevados. La palabra mantra viene del sáncrito, que significa “liberación del pensamiento”. Los mantras vienen de la tradición védica, madre de escuelas filosóficas como el yoga y de tradiciones espirituales hermanas como el hinduismo y el budismo, y por lo general son sílabas, palabras o frases pero también pueden ser sonidos sin un significado conceptual. El mantra más conocido en el mundo es el mantra Om y esto no es gratuito: Om es el sonido primordial y encierra toda la existencia del universo.Para los Vedas, el sonido tiene un poder transformador espiritual pero también material. La principal cualidad de los mantras es que nos llevan a la energía sátvica, la que representa el balance y la claridad (en contraposición a la rajásica, que es la sobreestimulación y a la tamásica, que es la inercia) y que es la energía en la que florecen los estados de armonía y espiritualidad. Los sonidos en forma repetitiva, además llevan nuestra atención a un punto, facilitando calmar la mente, además de regular la respiración y de conectarnos con unos pensamientos de calma, trascendencia y amor. También facilitan el flujo de la energía pránica desbloqueándola cuando no está fluyendo correctamente en tus cuerpos sutiles y despierta la conexión de nuestro ser con la totalidad.El yoga nos enseña que somos energía y que estamos interconectados los unos a los otros y todos a la existencia en una integración. En nosotros mismos está el todo de la conciencia universal, y en la conciencia universal está también compuesta por nosotros. De acuerdo los Vedas Brahman es el absoluto, la esencia y el origen, al cual pertenecemos pero de donde estamos separados por ignorancia, y a donde nos acercamos en cada vida a medida que evoluciona nuestra conciencia.Heredero de esta filosofía no-dualista, el yoga cree algo similar: que nosotros no estamos separados del infinito y que somos simplemente energía en forma estática que nos da la ilusión de un cuerpo, y que la mente nos hace creer que somos un individuo independiente, separado de la existencia, y que tiende al sufrimiento corporal (enfermedad) psicológico (infelicidad) y existencial (a la falta de propósito y la ausencia de respuestas sobre la la existencia y naturaleza del mundo). El yoga como ciencia nos aporta un conocimiento de carácter científico y filosófico para abrirnos a nuestro ser universal y nos reconecta con la unidad de la que somos parte. Los sonidos nos acercan a esta verdad.Los mantras trabajan en un nivel mental, energético y vibracional. Mentalmente nos cambian la frecuencia de nuestros pensamientos. Los pensamientos positivos o negativos tienen una frecuencia determinada y si nosotros estamos en una frecuencia elevada, estaremos protegidos contra los pensamientos de rabia, tristeza, desesperanza, envidia del ambiente y tampoco aparecerán con facilidad en nuestra propia mente.Por el contrario, si sintonizamos nuestra mente en una frecuencia positiva, la negatividad no tiene cabida y nosotros estamos más cerca de la apertura, el amor, el flujo de la vida, la comprensión, la aceptación, la alegría y la sabiduría universal. Los pensamientos positivos tienen mayores efectos de lo que creemos: dan salud a las células de nuestro cuerpo, moldean nuestros actos, nos ayudan en nuestros propósitos porque tienen un impacto en el mundo y por supuesto que nos hacen vivir mejor, porque vemos la vida de una manera diferente.Los mantras son afirmaciones positivas que nos ayudan a transformar nuestros patrones mentales. Es una manera de afianzar ese espacio de fortaleza, calma y sabiduría dentro de cada uno de nosotros, remplazando los patrones de pensamiento o creencias que nos generan temores o limitaciones por otras afirmaciones que nos traen amor y alegría. Cada mantra evoca diferentes fuerzas y símbolos según la tradición espiritual, pero los mantras por definición tienen un significado que se remite a la belleza, el amor y la única fuente trascendente.Los más clásicos son en sánscrito y forman parte de las tradiciones budistas e hindues. El poder de los mantras está estrechamente ligado al carácter elevado del sánscrito. Esta lengua, la más antigua de la tierra, se dice que es sagrada y que es yoga en forma lingüística. Sus palabras y sonidos tienen una vibración que genera sanación y nos acerca a la trascendencia. De este principio nacen prácticas yóguicas como la meditación con mantras, la japa mala, el kirtan y el nada yoga.El sánscrito es una lengua que nos obliga a controlar la respiración de una forma determinada, por lo que tiene dentro de sí la práctica del pranayama (la forma de yoga que consiste en ejercicios de control y expansión de la respiración y que tiene como propósito calmar la mente, oxigenar las células, traer equilibrio y vitalidad). Hay otros mantras más recientes, que no provienen del sánscrito y que al aportar positivismo, concentración y armonía son también válidos. Las corrientes clásicas o yoguis más puristas sostienen que no poseen un carácter trascendente, pero si algo debe caracterizar el espíritu del yoga es la tolerancia y lo que se adecúa a cada uno es relativo.Los mantras también tienen una capacidad de vibración que genera un efecto sobre nuestros chakras, los centros de nuestro sistema energético que reciben y regulan las diferentes energías materiales y espirituales que nos conforman. Los chakras se visualizan como unas flores porque debido a sus vibraciones dan la apariencia de tener pétalos de colores. Así, los mantras nos ayudan a equilibrar nuestros chakras y a traer bienestar a las diferentes partes de nuestro cuerpo físico y de nuestros cuerpos sutiles.Cada mantra tiene un poder especial, y puede evocar fuerzas y cualidades diferentes de la existencia. Sin embargo, los mantras todos nos llevan al mismo lugar, hacia el amor cósmico y la realización espiritual, que es finalmente lo que es el yoga.
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